Era mi segundo día y SORPRESA, como en todos los lugares del mundo, la institución tenía preparada con anterioridad una celebración por motivo de GRATITUD, así que no había planeación y rutinas que funcionara, todo giro en torno a “los gorritos” que las maestras con cuidado diseñaban y construían con poca ayuda de los niños, para que fueran estos quienes en un abrir y cerrar de ojos los arruinaran. Y donde está el sentido de las cosas?
Un día como estos, le llamo yo: “Manos a la obra y a improvisar se dijo”.
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